Las señales que aparecen en el Reglamento General de Circulación, aprobado por Presidencia del Gobierno mediante el Real Decreto 1423/2003 (concretamente en la Sección 4ª de las señales verticales de circulación del Capítulo VI y en su Anexo I) y las del Catálogo Oficial de Señales Verticales no se corresponden, según ha asegurado el presidente de la organización, Francisco Cano.
En este Reglamento se recogen las formas, dimensiones y colores de la señalización vertical, y cita dos documentos fundamentales para los fabricantes como son la Norma de carreteras 8.1-I.C Señalización vertical (revisada en 2014), y el Catálogo de señales verticales de circulación tomos I y II.
Este último data del año 1992 y "si bien se ha trabajado en su revisión en distintos años, no se ha llegado a publicar, ya que implica el cambio del Reglamento General de Circulación", ha señalado Cano.
A las 125 señales mencionadas cabe añadir 20 más que han sido anuladas y que, por tanto, no tienen vigencia.
El Catálogo oficial cuenta con cerca de 400 señales y carteles verticales. Todo ello provoca inseguridad para todos los agentes implicados, según Afasemetra. Principalmente, para los conductores que, dependiendo del municipio en el que se encuentren, pueden ver señales diferentes para un mismo fin, generando confusión, una disminución de la credibilidad en la señalización y, en general, una situación muy peligrosa respecto a la seguridad vial.
En este punto cabe preguntarse "qué señales están estudiando actualmente los futuros conductores en las autoescuelas, si las que están en el reglamento en vigor desde 2003, o las normativas municipales, provinciales, autonómicas o estatales", ha cuestionado Cano.
La asociación también apunta que hay señales que aparecen en borradores del Catálogo que Fomento ha ido actualizando en 2015 y en 2018 cuyo uso "puede ser finalmente un error, porque la señal puede modificarse de un borrador a otro, y de ellos a la versión que en un futuro se publique".
En lo que respecta a los fabricantes de señales de tráfico, es esencial disponer de directrices claras de cómo han de ser las señales a la hora de fabricar. "Han pasado 18 años desde la última modificación del reglamento en los que hemos venido fabricando nuevos modelos de señales que no están cubiertas por ninguna legislación nacional, como sería deseable", ha asegurado el presidente de Afasemetra.
Como añadido, los fabricantes también denuncian que no son informados tampoco de nuevas señales "de las que aún no conocemos el número de código, pero que ya se ven por las vías", como serían la de zona de bajas emisiones, tramo peligroso o la de Carretera 2+1 (OC 1/2021).
Y es que además, el problema afecta sobre todo a los responsables de la señalización de las vías, ya sean municipales, provinciales, autonómicas o estatales, ya que "cuando no existe una señal oficial, se ven obligados a idear una nueva y recogerla en una normativa propia al objeto de darle legalidad, o bien utilizan señales recogidas en borradores del catálogo".
En este caso, si cada administración idea una señal propia, el fabricante puede estar produciendo distintas señales para un mismo fin, no siempre disponiendo de los planos acotados.
Por último, la Asociación ha reiterado que es esencial disponer de directrices claras e inequívocas de cómo han de ser las señales a la hora de fabricar, urgiendo a la Administración a agilizar la publicación del nuevo Catálogo Oficial de señales verticales de circulación para que todos los sectores implicados puedan utilizarlo.