El sistema principal de vigilancia para la velocidad es el uso de radares, ya sean fijos o móviles. La ubicación de los radares fijos es de conocimiento público y está disponible para todos los conductores. Sin embargo, los móviles, su localización a menudo es compartida los conductores que informan sobre la posición de estos dispositivos.
En respuesta a esta táctica de frenar antes de llegar a un radar, la DGT ha implementado los llamados radares de cascada. Estos radares combinan un radar fijo con uno móvil, se colocan antes o después de un radar fijo, para detectar si los conductores frenan antes de un radar o aceleran al pasarlo.
Esta estrategia de frenar de golpe antes de un radar es considerado una infracción grave, lo que significa en una multa de 200€. El artículo 53 del reglamento establece que "salvo en caso de inminente peligro, todo conductor que desee reducir significativamente la velocidad de su vehículo deberá asegurarse de que puede hacerlo sin poner en peligro a otros conductores. Estará obligado a advertirlo previamente de la manera estipulada en el artículo 109 y no podrá hacerlo de manera abrupta para evitar el riesgo de colisión con los vehículos que circulan detrás".