martes. 17.09.2024

Con el objetivo de reducir la contaminación en las ciudades españolas, se están aplicando de manera creciente las etiquetas para Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), clasificando los vehículos según su impacto medioambiental.

La etiqueta 0 Emisiones se asigna a los vehículos más eficientes, como los eléctricos de batería, híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía, y coches de pila de combustible. La etiqueta ECO es para los híbridos, vehículos a gas o eléctricos enchufables con menor autonomía. La etiqueta C se reserva para coches y furgonetas que cumplen las especificaciones EURO más recientes, como los gasolina matriculados a partir de 2006 y los diésel desde 2015. Finalmente, la etiqueta B es la más restrictiva, aplicable a vehículos que no cumplen con las especificaciones anteriores.

Adaptación legal: cómo convertir una etiqueta B en C

Para aquellos vehículos con etiqueta B, existe una forma de cambiarla por la C, lo que es crucial dado que los coches con más restricciones deberán dejar de circular por las ZBE de grandes ciudades como Madrid y Barcelona antes de 2025. Si el motor del vehículo cumple con la normativa anticontaminación Euro 4, que es más estricta que la Euro 3, se puede solicitar este cambio.

El proceso es sencillo: primero, hay que verificar en la ficha técnica del coche o consultando al fabricante si el motor cumple con la normativa Euro 4. Si es así, se debe obtener un certificado de conformidad en un concesionario y presentarlo en una oficina de la DGT para solicitar el cambio de distintivo, que se reflejará en la base de datos de Tráfico.

Aunque el proceso tiene un costo de entre 100 y 150 euros, las ventajas son considerables. Convertir un coche de etiqueta B a C no solo permite el acceso a las zonas restringidas, sino que también ofrece bonificaciones en aparcamiento y rebajas en ciertos impuestos.

Si tienes esta etiqueta de la DGT en tu coche, debes cambiarla