La vacunación de los profesionales sanitarios da lugar a una reducción inmediata y notable de los casos de COVID-19 entre los empleados, reduciendo el número de aislamientos y cuarentenas necesarios en más del 90 por ciento, según datos del Centro Médico UT Southwestern (Estados Unidos) publicados en la revista 'The New England Journal of Medicine'.
"La experiencia real de la vacunación contra el SARS-CoV-2 en el Centro Médico UT Southwestern demostró una notable reducción de la incidencia de infecciones entre nuestros empleados, preservando la plantilla cuando más se necesitaba", explica el presidente del centro y autor principal del estudio, Daniel K. Podolsky.
Durante los primeros 31 días de disponibilidad de las vacunas, el centro sanitario estadounidense administró la primera dosis al 59 por ciento de los aproximadamente 23.000 empleados, mientras que el 30 por ciento pudo ser vacunado completamente en ese periodo de tiempo.
Apenas el 1,5 por ciento se infectó. Las tasas de infección fueron más elevadas (2,6 por ciento) entre los empleados no vacunados. Las tasas de infección fueron más bajas (0,05 por ciento) entre los que se vacunaron por completo.
Los investigadores también observaron ventajas entre las personas parcialmente vacunadas, y a partir del 9 de enero, el número real de pruebas positivas entre todos los empleados fue sistemáticamente inferior al número previsto.
"A la luz de esta experiencia del mundo real que demuestra claramente la eficacia de la inmunización, es aún más importante comprender la reticencia de algunas personas a aprovechar la vacunación", reivindica el primer autor del trabajo William Daniel,vicepresidente y director de calidad de UT Southwestern.