Melissa, una adolescente de 14 años, salvó a su madre por un extraño sonido que le escuchó mientras dormía en su casa de Lisburn -Irlanda del Norte-. La madre había sufrido un paro cardíaco y su hija, le vio la piel de color gris. Melissa, que había aprendido primeros auxilios en el colegio y con la ayuda de los servicios de emergencia por teléfono, le pudo hacer un masaje RCP.
La ambulancia tardó casi 40 minutos en llegar y se llevaron a Clare Doyle al hospital, donde le dijeron a la familia que tenía pocas posibilidades de sobrevivir, pero a los tres días despertó y ahora hace una vida normal.
"Si Melissa no hubiera sabido qué hacer, habría muerto. Había trabajado hasta tarde la noche anterior y se suponía que íbamos a volar a Liverpool al día siguiente, así que ella estaba en mi habitación charlando y terminó durmiendo en mi cama”, dice Clare Doyle.
“Estaba haciendo un ruido parecido a un ronquido, aunque no lo recuerdo y despertó a Melissa. Ella me miró y se dio cuenta de que no estaba bien. Me había puesto gris y no respondía", añade la madre.
Al llegar la ambulancia, Clare Doyle fue trasladada de urgencia al Hospital Royal Victoria en Belfast, donde ingresó en la UCI.
“No tenía idea de lo que había sucedido, así que me sorprendió encontrarme en una cama de hospital. Me desperté y sentí que había dormido muy bien todo el fin de semana y me sentí realmente renovada”, explica Clare Doyle, a la que tras muchas pruebas no le pudieron determinar el origen del paro cardíaco.