Al enterarse por la prensa de este suceso, investigadores de la Universidad de Erlangen-Núremberg decidieron contactar con él y tras algunas pruebas constataron que el paciente estaba en perfecto estado de salud. Además de comprobar que no se había producido una fatiga celular en su organismo, también comprobaron que no había rastros de Covid en su sangre, por lo que, como era de esperar, nunca se había contagiado.
A pesar de que los resultados no han sido negativos y no han alterado ningunos niveles de su organismo, los científicos y profesionales no respaldan este tipo de conductas que impliquen abusar de medicación, incluso aunque sean vacunas totalmente fiables.