Samantha Wendell, una técnica quirúrgica de 29 años, residente en Kentucky, Estados Unidos. Samantha estaba prometida y esperaba casarse próximamente. La técnica no recibió la vacuna contra el covid, tras las indicaciones falsas de varios compañeros de trabajo en las que le decía que causaba infertilidad, contrajo la enfermedad y acabó falleciendo la semana pasada, así lo recoge Daily Star.
La sanitaria quería tener entre tres y cuatro hijos, estaba desanimada por el miedo de los efectos de la vacuna en su capacidad reproductiva. Los científicos afirman no haber ningún vínculo entre la infertilidad y cualquier vacuna contra el coronavirus que haya sido previamente aprobada.
Los CDC han advertido a las mujeres que tienen pensado ser madres que las vacunas no tienen riesgo alguno, son totalmente seguras. “Las vacunas son seguras para las personas que están tratando de quedar embarazadas ahora o que podrían quedar embarazadas en el futuro, así como para sus parejas”, así lo han indicado.
"La desinformación la mató. Si podemos salvar más vidas y vidas de familias, entonces este es el regalo que ella nos dejó para entregar", comentó la prima de la fallecida. Samantha poco antes de contraer la enfermedad decidió vacunarse, reservó la cita para finales de julio, pero ya era demasiado tarde.