El miedo y la presión por no dejar a nadie en suelo afgano aumenta para los países que están acudiendo cada día a rescatar personas. Los talibanes han advertido que no dejarán salir a nadie más a partir del 31 de septiembre, sin embargo no es el mayor temor de todos en este momento. Estados Unidos teme que el grupo ISIS-K aproveche la confusión y el caos del aeropuerto para atentar contra militares y civiles. Se trata de un grupo que los talibanes son incapaces de controlar y se particularizan por su radicalidad extrema.
Este grupo terrorista fue fundado hace tres años en Siria e Irak. Su base está en Pakistán y, a diferencia de otros grupos del ISIS, no atacan al extranjero sino a los propios talibanes y la población de dichos países.
Además, opinan que los talibanes no son demasiado devotos del islam y por ello son el centro de sus ataques. En Afganistán, han cometido 100 atentados, el último grave fue en un colegio de niñas de Kabul el pasado 8 de mayo. Asesinaron a 68 personas y 165 heridos.
Por todo ello, la Casa Blanca teme que ante el caos en ciertas zonas del país, comiencen a lanzar ofensivas. Se pueden poner en peligro las evacuaciones y la vida de militares y civiles que se encuentran allí. Ante esta situación, algunos países opinan que la fecha límite debería ser hasta el viernes 27 de agosto, dos días antes.
