Alfonso Urso, ministro del desarrollo económico, ya esta barajando la idea de sacar un bono de ayudas con 80 euros para ser utilizado en carburantes por las familias con una renta inferior a 15 mil euros al año. “Las medidas para afrontar el incremento del precio del carburante debido a la conjetura internacional se centrarán en dos iniciativas orientadas a las familias con menos poder adquisitivo y al sector del transporte de mercancías, para evitar la espiral inflacionaria”, explica el ministro.
Si es cierto que los altos impuestos italianos sobre el carburante, agudiza el problema internacional de escasez que ya está afectando a todas las partes del mundo. Una de las principales asociaciones de consumo italianas, Assoutenti, ha calculado que el Gobierno podría recaudar 7,7 mil millones de euros más.
Italia ya estuvo envuelta en una polémica cuando la primera ministra, Giorgia Meloni, quitó las tasas por las que se rebajaban 15 céntimos los carburantes cuando había prometido rebajar los impuestos nacionales específicos sobre el combustible. Lo mismo está ocurriendo ahora con el vice primer ministro, que en su día prometió que si los precios superaban los dos euros, el Gobierno intervendría, por lo que ahora se esperan soluciones en el país.