Julieta, una niña de 9 años de Argentina ha muerto por covid. Ha conmocionado a sus padres, los cuales han asistido a su batalla contra la pandemia durante los 9 días que pasó ingresada en el Hospital Evita de Lanús. Cintya y Daniel piden que se extienda la vacunación a los menores y mejoren la comunicación sobre la enfermedad.
La pareja denuncia la presunta negligencia de los sanitarios que atendieron a su pequeña por no adivinar que detrás del sarpullido que tenía su hija estaba la covid-19.
Julieta murió como consecuencia de un "síndrome inflamatorio multisistémico" que afectó a todos sus órganos vitales: pulmones, corazón e hígado.
Primero se contagió Cintya, que pasó la enfermedad junto a su familia. Después fue Daniel, con 12 días de fiebre intensa. Juliet y su hermana mayor de 16 años fueron asintomáticas.
Solo se le hizo la PCR a Cintya y el resto de la familia guardó cuarentena.
Pero al cabo de los días, a Julieta le apareció un sarpullido de pequeñas motitas rojas sobre la piel, que el médico trató con una pomada antialérgica. Después de tres semanas, los problemas de Julieta fueron a más, con malestar gastrointestinal y fiebre casi de 40º.
La trasladaron a urgencias del hospital y fue devuelta a casa con una receta de antibiótico para tratar las manchas detectadas en una radiografía de sus pulmones. Julieta fue a peor, por lo que sus padres volvieron a llevarla a Urgencias donde quedó ingresada.
Gracias a la insistencia de los padres lograron que se le hicieran pruebas para conocer el origen de su malestar, y en ese momento, Cintya recordó el sarpullido de su hija.
Una facultativa reconoció dicho síntoma como una de las manifestaciones de la covid-19, por lo que puso en marcha el protocolo establecido para los contagiados.
La niña no podía respirar como consecuencia de la neumonía, por lo que requirió intubación.
El 9 de julio a las 11 de la mañana, los padres recibieron la noticia de que su hija Julieta sufrió un paro cerebral irreversible y que solo estaban a la espera de que su corazón se detuviera para desconectarla y certificar su fallecimiento.
El matrimonio reconoce afligido que "nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira. Si hubiéramos sabido antes lo de las manchitas, esto sería todo muy distinto".
Por ello, han iniciado una campaña para pedir a las autoridades argentina que se pueda "vacunar a todos los chicos contra el Covid", al tiempo que recuerdan a todos los padres que "si tienen hijos chiquitos y ven unos granitos raros en su cuerpo, vayan a ver qué está pasando. El sarpullido es un síntoma y nosotros nos venimos a enterar ahora. El médico de cabecera tendría que habernos dicho, más sabiendo que tuvimos coronavirus".