El Papa ha instado respetar el alto el fuego en la frontera común entre Armenia y Azerbaiyán tras reseñar que la paz solo es posible si se "bajan las armas".
"La paz es posible cuando se bajan las armas y comienza el diálogo", ha asegurado el Pontífice tras expresar su preocupación por la tensión en el Cáucaso después de que Azerbaiyán y Armenia se acusaran mutuamente de violar el alto al fuego en la región de su frontera en común, pese al acuerdo alcanzada en las últimas negociaciones con Rusia como intermediario.
Durante su viaje a Kazajistán, también expresó su preocupación "ante los focos de tensión en la región del Cáucaso", encendidos en la década de 1980 por Nagorno Karabaj, reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano pero poblado por armenios étnicos, y rezó "para que la confrontación pacífica prevalezca sobre las disputas".
Durante el ángelus de este domingo, Francisco ha hablado de los confictos armados actuales y ha pedido rezar no solo por Ucrania, sino por todos las víctimas de los países que ahora mismo están en guerra.
Asimismo, ha reflexionado sobre la historia de corrupción que Jesús cuenta a sus discípulos: "un administrador deshonesto, que roba y después, cuando es descubierto por su amo, actúa con astucia para salir de esa situación".
Así, ha llamado a "no permanecer indiferentes ante la corrupción" y a "ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio". "Hay momentos de crisis personal, social, pero también eclesial: a veces nos dejamos vencer por el desánimo, o caemos en la queja y en el victimismo", ha lamentado a su vez el Pontífice.