Haití volvió a temblar la mañana del sábado. El terremoto alcanzó una magnitud de 7,2 en el sur del país. Los fallecidos ascienden a 1.300 mientras que los heridos son, de momento, 5.700. Miles de personas se encuentran sin hogar o buscando a sus familiares, donde siguen teniendo réplicas y destruyéndose más edificios que ponen en grave peligro a las víctimas.
En toda esta vorágine en la que se encuentra el país, los equipos de rescate funcionan a contrarreloj debido a la próxima llegada de la tormenta tropical Grace, pudiendo alcanzar vientos sostenidos de 65 km/h.
Se esperan inundaciones que pueden poner en peligro a todas las personas que se encuentran sin hogar en estos momentos. Se esperan entre 75 y 100 mililitros de precipitaciones, que podrían provocar desprendimientos de tierra y la crecida de algunos ríos. La posibilidad de contracción de enfermedades transmitidas por el agua asciende para todas aquellas personas que duermen en las calles del país.
