La Unión Europea (UE) y una serie de países, entre ellos Estados Unidos y España, han pedido este lunes a los talibán que pongan fin a su ofensiva militar en Afganistán y han destacado que "frustra los esfuerzos para lograr una solución negociada al conflicto" en el país centroasiático.
En un comunicado conjunto, una serie de legaciones diplomáticas en Afganistán han solicitado el "fin urgente" de esta ofensiva y han sostenido que "daña y desplaza a la población civil", al tiempo que han condenado los "asesinatos selectivos", la destrucción de infraestructura vital" y las "amenazas, declaraciones y otras acciones contra los avances logrados por los afganos durante los últimos 20 años".
"La ofensiva de los talibán es una contradicción directa de su afirmación sobre el apoyo a un acuerdo negociado al conflicto y al proceso de paz de Doha", han manifestado, al tiempo que han agregado que "ha provocado la pérdida de vidas inocentes, incluidos los asesinatos selectivos, el desplazamiento de población civil, el saqueo e incendio de edificios, la destrucción de infraestructura vital y los daños a las redes de comunicaciones".
Así, han apuntado que "la detención indiscriminada y el asesinato de civiles, así como los asaltos contra prisiones, demuestran un desprecio extremadamente preocupante por el Estado de Derecho", según el comunicado, publicado por la Embajada estadounidense en Kabul a través de su cuenta en la red social Twitter.
"En los distritos ocupados por los talibán, habitantes y observadores informan de forma creíble de intentos de reprimir los Derechos Humanos de las mujeres y las niñas y de cerrar organizaciones de medios privadas y públicos, en n intento de esconder sus abusos de los Derechos Humanos y reducir la libertad de expresión", han denunciado.
Por ello, han condenado "de forma vehemente" estas acciones y han argüido que "los afganos han logrado numerosos avances durante los últimos 20 años y quieren seguir construyendo sobre sus logros en desarrollo, Derechos Humanos y libertad de expresión".
"Queremos subrayar que los progresos logrados durante los últimos años sólo pueden sostenerse si todas las partes trabajan juntas", han dicho, antes de pedir a todas las partes "el fin inmediato e la violencia y un acuerdo para un alto el fuego permanente y exhaustivo".
Por último, han reclamado igualmente al Gobierno y a los insurgentes que "participen en negociaciones de paz para poner fin al sufrimiento del pueblo afgano y allanar el camino para un acuerdo político inclusivo que beneficie a todos los afganos y garantice que Afganistán no vuelve a ser cobijo de terroristas".
"En este Eid al Adha (Festividad del Sacrificio), los talibán deben bajar sus armas para siempre y mostrar al mundo su compromiso con el proceso de paz", han remachado.
Las legaciones firmantes son las de Alemania, Australia, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido República Checa y Suecia, además de la UE y la oficina del representante civil de la OTAN en el país centroasiático.
El comunicado ha sido publicado un día después de que las delegaciones del Gobierno y los talibán reunidas en Doha llegaran a un acuerdo en el que se comprometen a evitar víctimas civiles, a proteger las infraestructuras del país y cooperar para la distribución de ayuda humanitaria en el país, si bien no lograron pactar un alto el fuego o una reducción de la violencia.
Afganistán se ha visto sumido en un aumento de la violencia durante los últimos meses, en los que los talibán han logrado importantes avances territoriales, en medio del proceso de retirada de las tropas internacionales, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional ante la aparente incapacidad de las fuerzas de seguridad para hacer frente a los insurgentes.
GARANTÍAS A LAS ONG
En este contexto, los talibán han publicado este mismo lunes un comunicado para afirmar que los trabajadores de las ONG contarán con garantías de seguridad y se protegerán sus actividades en los distritos que se encuentran en manos de los insurgentes.
"Ante los últimos avances, varias ONG y compañías que trabajan en distintos sectores están preocupadas por la posibilidad de encontrarse en un limbo y por la seguridad de sus trabajadores y oficinas", han indicado los talibán a través de un comunicado publicado por su portavoz, Zabihulá Muyahid.
Así, la Comisión para el Control y Regulación de ONG y Compañías del grupo ha recalcado que garantiza que "continuarán su trabajo de forma regular". "En las regiones liberadas, todo su personal, oficinas, equipamiento y vehículos serán protegidos", ha resaltado.
"Si las actividades de cualquier ONG o compañía hacen frente a retrasos u obstrucciones, o sus herramientas y equipamiento están en peligro, deberían contactar con esta comisión y con el número facilitado para que el asunto pueda ser solucionado cuanto antes. Se puede contactar con nosotros por WhatsApp a través de ese número", ha remachado.
Los talibán han publicado varios comunicados en las últimas semanas para asegurar que su ofensiva no está dirigida contra la población civil y resaltar que respetarán los derechos fundamentales de las personas que vivan en zonas bajo su control, además de proteger a ONG y legaciones diplomáticas extranjeras.
SECUESTRO DE LA HIJA DEL EMBAJADOR
Por otra parte, Suhail Shahin, otro portavoz de los talibán, ha denunciado el secuestro y torturas sufridas por una hija del embajador afgano en Pakistán, denunciado por Kabul, y ha manifestado que se trata de una acción "contraria a la humanidad" y "una agresión".
"Pedimos al Gobierno de Pakistán que acelere sus esfuerzos para arrestar y castigar a los responsables para que estos actos no provoquen un aumento del odio entre las dos naciones y que los saboteadores no tengan argumentos para manipularlo", ha zanjado, en medio del aumento de las tensiones entre Kabul e Islamabad.
El Gobierno de Afganistán retiró el domingo a su personal diplomático en Pakistán, comenzando por el embajador, Nabibulá Alijil, por el secuestro y tortura de la hija del responsable diplomático en Islamabad hasta que el Gobierno paquistaní no encuentre a los responsables del asalto.
La hija del embajador, Silsila, de 26 años, fue "torturada gravemente" durante varias horas por un grupo de desconocidos que la asaltó de camino a su domicilio en Islamabad. Tras su liberación, se encuentra ingresada y recibiendo atención médica en un hospital de la ciudad, con pronóstico optimista, hizo saber su padre en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el embajador paquistaní en Kabul, Mansur Ahmed Jan, ha llegado durante la jornada a Islamabad, según fuentes citadas por la cadena de televisión paquistaní Geo TV. El Gobierno paquistaní ha recalcado que está investigando el suceso y ha dicho que la decisión de Afganistán de retirar a su personal diplomático es "desafortunada y lamentable".