No todos recuerdan el momento exacto en que conocieron al amor de su vida. Sin embargo, una joven china de 23 años difícilmente podrá olvidar el día en que cruzó caminos con su futuro esposo… porque estuvo a punto de morir en ese mismo instante.
Mientras circulaba en bicicleta eléctrica por una calle de la provincia de Hunan, la joven vio cómo un automóvil se dirigía hacia ella a gran velocidad. El conductor, identificado solo por su apellido Li, manejaba apresuradamente debido a una emergencia. En ese momento, el destino, o quizás Cupido al volante, intervino de la manera más inesperada: la atropelló, fracturándole la clavícula.
Li, horrorizado, corrió hacia ella para disculparse y llamar a una ambulancia. Pero la respuesta de su víctima fue completamente inesperada: "No te preocupes", le dijo.
Del hospital al amor
Impresionado por su amabilidad, Li decidió visitarla todos los días en el hospital para asegurarse de que no le faltara nada. En ese tiempo, comenzaron a conocerse mejor y a desarrollar una conexión especial.
Apenas tres semanas después del accidente, la joven le confesó sus sentimientos. Li, de 36 años, rechazó la idea al principio, alegando que era demasiado mayor para ella. Sin embargo, siguieron en contacto y, con el tiempo, acordaron salir juntos al cine.
Lo que comenzó con un impacto en el asfalto terminó en una relación que se volvió viral en las redes sociales chinas. En septiembre, la mujer descubrió que estaba embarazada y, en febrero, se casaron en una ceremonia tradicional, vestidos con los emblemáticos rojos y dorados.
Un matrimonio inesperado y una nueva vida juntos
Li nunca imaginó casarse, pero, según publicó en redes sociales, agradece la valentía de su esposa por dar el primer paso. Se mudaron con los padres de ella, ya que su casa estaba más cerca del trabajo de Li. Curiosamente, su familia decidió rechazar la tradicional "dote" nupcial al saber que su yerno tenía deudas. En lugar de ello, le aconsejaron invertir ese dinero en su negocio.
Como dato sorprendente, el atropello que cambió sus vidas fue el sexto accidente de tráfico de Li en solo dos meses. Sin embargo, desde aquel día, no ha tenido ningún otro. Quizás el destino solo necesitaba un último golpe… para cambiar su vida para siempre.