La estudiante en cuestión, Karen Cunningham, está realizando el posgrado de biología en el Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT). Karen dio a luz en plena pandemia, y después del confinamiento y en la vuelta a la nueva normalidad, no tenía con quién dejar al bebé. El padre tenía que volver al trabajo tras su baja de paternidad y la pareja no contaba con los recursos suficientes para contratar ayuda.
Fue ante esa situación que un profesor de Karen, Troy Littleton, tuvo el gesto de instalar una cuna en el despacho de la universidad donde la madre realizaba todo su trabajo de investigación para su tesis, para que así pudiera atender al bebé sin dejar de lado su formación académica.
La pareja vivía en una residencia de estudiantes cuando tuvieron a la pequeña Katie. Durante la pandemia por coronavirus Karen dio a luz y fue su marido quien tuvo que solicitar la baja por paternidad, mientras ella seguía trabajando en el laboratorio de la universidad. Acabados esos tres meses llegó la vuelta a la rutina, y ambos sabían que no iba a ser fácil compaginar sus vidas académicas y profesionales con la nueva vida como padres.
Troy, el profesor de Karen, se enteró de la difícil situación y decidió colocar una cuna en su propia oficina, donde ella realizaba su trabajo de investigación. De este modo, la madre podría trabajar tranquilamente mientras el profesor o ella misma echaban un vistazo a la pequeña Katie y la supervisaban de una forma segura. Así, ambos saldrían ganando, ya que como el profesor aseguró en las redes sociales, él ya ganaba con poder jugar un rato con la pequeña.
El profesor documentó el gesto en su perfil de Twitter, donde la historia recibió una gran acogida. A todos aquellos que lo halagaban llamándole héroe, Troy contestaba que los héroes en este caso eran los padres de la pequeña Katie, en especial Karen, por cuidar y criar a una hija sin dejar de lado el arduo trabajo de investigación para su tesis doctoral.
Esta historia ha conmovido a miles de personas en todo el mundo, que han podido finalmente ver una fotografía de Katie con el profesor en la oficina-guardería. La solidaridad del profesor hacia esta familia primeriza es sin duda un gran ejemplo para la docencia alrededor del mundo.