Khanyisa, es una elefanta que nació con albinismo y que a los cuatro meses de edad quedó atrapada en el cepo de unos cazadores furtivos que le cortó la boca. Quedó atrapada cuatro días en los que no pudo no moverse, ni comer, ni beber y sufrió dolores muy fuertes debido a sus heridas. Pero un milagro la salvó y a día de hoy se recupera junto a una manada de elefantes, además ha forjado amistad con una oveja.
El albinismo es un trastorno genético que juega en contra de los animales que lo sufre, ya que pasan a ser el centro de atención de los furtivos. La trampa de los furtivos pudo ser la perdición de Khanyisa a sus cuatro meses. El cepo le desgarró la boca en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.
Tras cuatro días atrapasa, fue rescatada y llevada a un santuario en Mpumalanga, al coreste de Johannesburgo. Allí se encuentra con elefantes y con su nueva amiga, la oveja Lammie.
Los elefantes como ella, albinos, son raros, pero se pueden adaptar al entorno. Khanyisa se refugia en los elefantes más grandes en los días soleados para proteger su piel y por las noches, cuentan desde el Hoedspruit Elephant Rehabilitation and Development (HERD), que busca el abrigo en su amiga Lammie.
Esta oveja, también ha tenido su ración de sucesos dentro de la reserva de HERD. Allí ha llegado a brindar apoyo a crías de rinocerontes y otros elefantes que quedaron huérfanos y necesitan atención médica y afecto para su recuperación. Si alguno de los elefantes se hacen lo suficientemente grandes y capaces para estar en libertad, la fundación los dejará en la naturaleza.