EUROPA PRESS - Literalmente por los suelos se ha podido ver a Ana Soria cuando se disponía a tomar tierra tras disfrutar de una jornada en alta mar. La joven disfruta de un discreto verano junto a su pareja Enrique Ponce, alejados este verano de la exhibición de su romance que hicieron el año pasado.
Ambos están celebrando el divorcio recién firmado del torero con Paloma Cuevas, haciendo lo que más les gusta: relajarse en alta mar.
La pareja pasó un divertido día de navegación en compañía de unos amigos. Hasta que la mala fortuna se cruzó en su camino al llegar a puerto. Ana Soria sufrió una aparatosa caída al tropezar en el amarre de la lancha, quedándose atrapada en posición horizontal entre la embarcación y el puerto deportivo.
Pero sin dudarlo ni un momento, Enrique Ponce corrió a socorrerla. Una vez a salvo, el torero la consoló con numerosas muestras de cariño hasta que consiguió arrancarla una sonrisa.
Unas imágenes que revelan que entre ellos no hay síntomas de crisis de pareja. Enrique Ponce y Ana Soria siguen tan enamorados como el primer día y su relación se afianza a pasos agigantados, más ahora que el diestro es oficialmente un hombre divorciado.