lunes. 25.11.2024

Desde los 12 años, Ginny Burton ya consumía metanfetamina. Su vida no fue fácil. Su padre estaba en la cárcel por atracos a mano armada y su madre traficaba con drogas y padecía una enfermedad mental que hizo que su hija empezase a fumar cannabis con solo 6 años.

Cuando tenía 14 años empezó a fumar crack e intentó suicidarse varias veces. Esto fue consecuencia de una violación que sufrió por parte de uno de los hombres que le compraba drogas a su madre. Además a los 23 años ya había dado a luz a dos hijos fruto de una relación abusiva, los cuales fueron apartados de ella por su adicción a la heroína.

Para poder pagar su adicción, Ginny robó coches e incluso robó a traficantes de drogas. Como consecuencia de acumulación de delitos, fue enviada tres veces a la cárcel, donde le dieron la oportunidad de desintoxicarse, pero finalmente no lo consiguió. 

Sin embargo, en el año 2012, tras estrellar un camión en medio de una persecución policial decidió cambiar su vida. Ingreso en un programa de drogas y comenzó a ir a la universidad. Se dio cuenta de todos los años que había perdido por culpa de su adicción y estaba más que encantada con el rumbo que había tomado ahora su vida estudiando Ciencias Políticas.

En 2020 fue nombrada Becaria Truman para Washington, un prestigioso premio de reconocimiento académico. Consiguió graduarse a los 48 años de edad y ahora espera poder ser ejemplo y poder ayudar a las personas que hayan caído en la adicción de las drogas.

El poder de superación de Ginny, una chica adicta a la heroína que ha conseguido...