El programa The Dancer apuesta por la inclusión de personas con discapacidad a través del baile. Cada semana van distintas personas que padecen algún tipo de diversidad funcional. Esta semana ha sido el turno de la escuela fundada por Isabel Verdini, Verdini Dantza Talde, en la que trabajan con personas con Síndrome de Down.
Vienen desde San Sebastián y mostraron sus increíbles habilidades con la danza contemporánea. La coreógrafa es la propia Isabel Verdini.
Su ilusión y la idea de fundar una escuela de baile para los jóvenes con diversidad funcional surgió cuando su hermana dio a luz a una niña con Síndrome de Down. Isabel prometió a su sobrina que algún día bailaría como ella, y ha cumplido con creces su promesa. Ella y otros muchos jóvenes demuestran un ejemplo de superación en esta escuela.
Su objetivo yendo al programa es transmitir al mundo que "cualquier persona puede bailar". Tras mucho tiempo de lucha ha conseguido que se reconociese a estas personas como bailarines en vez de como una actividad de bienestar social.
Isabel asegura que es un honor para ella trabajar con personas con tan buen corazón como ellos y que le encanta aprender de sus alumnos. Una de las capitanas más jóvenes del grupo ha querido dar las gracias a la coreógrafa y ensalzar su labor: "No me puedo ni imaginar lo completa y lo feliz que te sientes de haber llevado esto adelante. Esto no solo es danza, es amor, es ilusión, y que hayas venido con esta propuesta a demostrar que todo el mundo puede hacer cosas tan bonitas como esta es brutal".
El jurado formado por Rafa Méndez, Lola Índigo, Aramendi y Miguel Ángel Muñoz han quedado estupefactos y se han emocionado mucho con esta propuesta de baile. Han dado la enhorabuena a Isabel Verdini.