La presidenta de la Sociedad de Rehabilitación Foniátrica (SOREFON), una filial de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), Paola Díaz Borrego, ha explicado cómo detectar la disfagia: "la presencia de tos habitual cuando bebemos agua o cuando comemos alimentos de doble textura como las naranjas, sandia o sopa de fideos no es normal".
Con motivo del Día Mundial de la disfagia, que se celebra el 12 de diciembre, Díaz ha descrito que este trastorno se trata de la dificultad para tragar, ya sean alimentos sólidos y/o líquidos como el agua, pastillas e incluso la propia saliva. La disfagia puede afectar a la persona a cualquier edad, desde el nacimiento hasta edades avanzadas.
Los problemas deglutorios son frecuentes en determinadas patologías y puede afectar a cualquier edad. Las complicaciones de los problemas deglutorios pueden ser desde leves, como dejar de comer determinados alimentos que nos cuestan más masticar o empujar en la boca, hasta otros más graves como deshidratación, desnutrición, neumonías aspirativas o insuficiencia respiratorias que puedan llevar a la muerte por asfixia.
En este sentido, desde SERMEF han informado que cerca del 31 por ciento de las personas hospitalizadas tiene un trastorno de deglución, algo que conlleva un aumento del 40 por ciento de la estancia hospitalaria y del gasto sanitario global. Del 31 por ciento de las personas, se ha podido observar que la sospecha de dicho trastorno por los profesionales que los estaban atendiendo era baja, en concreto del 2,4 por ciento.
Además, los pacientes que presentan disfagia al alta hospitalaria tienen aproximadamente cuatro veces más probabilidades de ser reingresados dentro de los 30 días posteriores y un aumento del riesgo de mortalidad intrahospitalaria aumentada trece veces, indican desde la sociedad.
CÓMO TRATAR LOS PACIENTES
La especialista ha señalado que "existen sistemas de cribado fáciles de administrar y que se pueden hacer tanto en la consulta del médico de Atención Primaria, como en centros residenciales de mayores o por cualquier médico especialista y/o enfermería en una atención de rutina ambulatoria, así como, durante los ingresos hospitalarios".
Del mismo modo, para SERMEF, los pacientes donde hubiese una sospecha de disfagia orofaríngea deberían ser derivados a unidades específicas para ser atendidos por profesionales especializados. En dichas unidades se realizan pruebas específicas que confirman el diagnóstico y permiten implementar el tratamiento más idóneo e individualizado.
"El médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación atiende a estos pacientes de riesgo de padecer Disfagia Orofaríngea. Tenemos un papel, tanto en la primera línea de atención, mediante la detección precoz de dicho trastorno en estos pacientes, así como un papel central en el diagnóstico y tratamiento de la disfagia orofaríngea a través de Unidades específicas en Disfagia que cada vez son más habituales en los Servicios de Rehabilitación. El objetivo de nuestra atención siempre será que el paciente alcance una deglución segura y eficaz que permita una nutrición adecuada sin complicaciones y con la mayor calidad posible", ha descrito.
La experta de la SERMEF ha detallado que los médicos especialistas en Medicina Física y Rehabilitación desde hace años atienden estos pacientes en sus consultas y unidades. "Los trastornos de la deglución generan una discapacidad que debe de ser manejada por el equipo rehabilitador de forma precoz y orientada a recuperar y/o habilitar la capacidad de alimentación de forma segura y eficaz. El abordaje inter y multidisciplinar de la disfagia reduce las complicaciones, la morbilidad y la mortalidad, el gasto sanitario y mejora la calidad de vida de los pacientes a nivel bio-psico-social", agrega.
"Por todo ello, los médicos rehabilitadores subrayamos la necesidad de potenciar las unidades de disfagia en los servicios de rehabilitación para mejorar el cribado de la disfagia orofaringea, mayor comunicación y coordinación entre los profesionales que se dedican a la deglución", ha señalado.
PREVALENCIA DE LA DISFAGIA
Dos millones de personas en España tienen disfagia, mientras que en Europa afecta a más de 40 millones. Su prevalencia se estima entre el 2 y el 16 por ciento de la población, e incluso se ha podido observar que cerca del 90 por ciento de la población que sufre este trastorno no está ni diagnosticada ni correctamente tratada.
Los expertos advierten que la disfagia es especialmente importante por sus consecuencias, como pueden ser los problemas de deshidratación, desnutrición, complicaciones infecciosas respiratorias e incluso episodios de asfixia y muerte.