Un grupo de investigadores rusos han desarrollado un sistema de biopsia óptica que puede distinguir entre tejido hepático canceroso y sano, lo que implica facilitar el diagnóstico del cáncer de hígado, que es el sexto cáncer más común a nivel mundial.
La investigación, que se ha publicado en la revista 'Biomedical Optics Express', ha sido realizada por miembros de la Universidad Estatal de Orel (Rusia) y ha experimentado en ratones los resultados.
"El instrumento está diseñado para ser compatible con las agujas que se utilizan actualmente para las biopsias de hígado. Por lo tanto, algún día podría ayudar a los cirujanos a navegar con mayor precisión el instrumento de biopsia para disminuir la cantidad de errores al tomar muestras de tejido que se utilizan para el diagnóstico", ha asegurado el investigador Evgenii Zherebtsov.
El sistema también se ha mostrado prometedor en pruebas preliminares realizadas en personas con sospecha de cáncer de hígado. Los investigadores, explican, que han diseñado el nuevo dispositivo después de que los cirujanos con los que colaboraban notaron lo difícil que es realizar biopsias con aguja en el lugar exacto correcto. Los tumores en etapa temprana pueden ser difíciles de identificar cuando se inserta una pequeña aguja hueca en el hígado para obtener una muestra de tejido. Si la aguja se coloca incorrectamente y no alcanza el tumor, podría dar lugar a un diagnóstico incorrecto.
El nuevo sistema de biopsia óptica combina espectroscopia de reflectancia difusa y mediciones de fluorescencia de por vida para evaluar marcadores relacionados con el metabolismo celular, que difiere entre células sanas y cancerosas. Esto podría ayudar a los cirujanos a ver, en tiempo real, dónde está el cáncer para que puedan identificar el mejor lugar para adquirir una muestra de tejido.
"Aunque nuestro equipo y otros han utilizado previamente la intensidad de la fluorescencia para la evaluación de tejidos, los estudios realizados en otras partes del cuerpo han demostrado que la vida útil de la fluorescencia depende menos de las condiciones experimentales. Las mediciones de la vida útil de la fluorescencia siguen siendo más consistentes en presencia de sangre, cuando hay una iluminación no uniforme o si el contacto entre la sonda y el tejido cambia debido al movimiento", ha comentado la coautora del estudio, Elena Potapova.