viernes. 10.01.2025
Desde que se tuvieron las primeras noticias de la variante ómicron se han ido aclarando varias dudas sobre su comportamiento. Sabemos que es más contagiosa que delta y que evade parcialmente la acción de los anticuerpos neutralizantes generados por una infección previa o la vacunación. Por eso es tan importante desentrañar la última duda clave: saber si es menos virulenta.

De esto depende la gravedad de las situaciones que se puedan vivir en los hospitales y la cantidad de fallecimientos que cause la ola actual de la pandemia. Es una buena señal que en Sudáfrica ha sido leve incremento de las hospitalizaciones después de un mes de transmisión explosiva de ómicron. A pesar de que la población Europea está más envejecida las cifras que presenta Dinamarca muestran que la proporción de infectados que termina en el hospital es menor que con delta. Pero solo ligeramente menor.

El momento de las células T

La cuestión es cuánto menor y por qué. El incremento de los contagios con ómicron es muy rápido. Las curvas de los diferentes países afectados suben como muros verticales. Eso puede complicar la situación en los hospitales a menos que la variante sea mucho menos virulenta... O que nuestro sistema inmunitario tenga aún mucho que hacer contra ella gracias a las vacunas o a la experiencia de un contagio previo.

Mientras que la eficacia de los anticuerpos neutralizantes cae de manera acentuada frente a ómicron, hay otras defensas, las células T, que han dado muestras en laboratorio de combatir mejor esta variante.

Las células T se encargan de identificar las células que han sido infectadas por un virus y las eliminan. Investigadores de Ciudad El Cabo han enfrentado a ómicron al suero de personas vacunadas con una o dos dosis de Janssen o con dos de Pfizer. En todos los casos, la eficacia de las células T solo se redujo entre un 20% y un 30%, mucho menos de lo que sucede con los anticuerpos neutralizantes.

"Los datos son muy consistentes con todas las vacunas", explican la viróloga Wendy Burgers, autora del estudio, en la revista Science. "Puede que sea algún factor de la biología de esta variante, pero por lo que sabemos sobre las células T, esto es lo que hacen: controlar el virus después de que te haya infectado. Es su momento de brillar", explica la investigadora.

Ómicron, ¿menos voraz que delta?

Además, ómicron se está mostrando en experimentos realizados en laboratorio menos voraz con algunos tejidos que las variantes anteriores. Así lo detectaron investigadores de Hong Kong al comprobar que aunque se replicaba 70 veces más rápido en los bronquios que delta, sucedía lo contrario con el tejido pulmonar.

El virólogo del Imperial College Tom Peacock, uno de los primeros en advertir sobre las mutaciones que presentaba ómicron, explica que esta variante se replica peor en las células renales usadas en laboratorio, que son como "pan y mantequilla" para otras versiones del virus. En estos casos, no se observa el mismo daño en los tejidos de los cultivos.

Desde Cambridge, el virólogo Ravi Gupta avisa en un estudio de que no todas las mutaciones de ómicron puede que funcionen bien como equipo y eso puede hacerla menos eficaz a la hora de hacer que la infección progrese en las células humanas. "Hemos demostrado que la infectividad es significativamente menor en organoides y células pulmonares", se explica en el artículo.

Es más, ómicron parece carecer de una de las características que convertía a delta en más peligrosa: la capacidad para crear infecciones directas entre células, uniéndolas y formando grandes células con varios núcleos. Estas formaciones se han hallado en los pulmones de pacientes graves y se ha asociado este fenómeno a la severidad de la covid. "Estas observaciones indican que ómicron ha ganado en evasión inmune, mientras que probablemente ha modulado las propiedades asociadas con la replicación y la patogenicidad", concluyen los autores.

Noticias positivas sobre ómicron: nuestras células T lo combaten y es menos voraz que...