El sector de la jardinería tiene un mal pasado. Durante la crisis del ladrillo de 2008 y hasta hace unos años, casi la mitad de los viveros cerraron. El remonte no fue posible porque llegó la pandemia y estos negocios tuvieron que cerrar en primavera, la mejor época de venta. Se prohibió la venta de la planta ornamental, parte de la producción se desaprovechó y se dejó de plantar.
Al reabrir sus puertas, estos comercios agotaron todo su género, pero aún así no satisficieron toda la demanda. Esta escasez de existencias se debió a la reducción en tiempo y cantidades de plantación. Según la AECJ (Asociación Española de Centros de Jardinería), al abrir de nuevo después del confinamiento, los clientes aumentaron en un 40% y las cifras se han mantenido así este año. Ahora estas empresas deben enfrentarse al reto de responder a tanta demanda, empezando por doblar sus plantillas. La producción aún no iguala a la demanda, un año después del confinamiento.
La cuarentena y la era post-Covid han normalizado el hecho de pasar gran parte de nuestro tiempo en casa. De esta forma, la gente ahora busca ver sus hogares bien cuidados y tiene tiempo para que así sea. Muchos han dejado de realizar grandes inversiones como podrían ser viajes o vacaciones, y modificar o decorar los espacios propios se ha convertido en algo indispensable para ellos. También han aumentado las obras para crear piscinas o modificar los espacios exteriores de las viviendas, lo que lleva a ocuparse de los jardines. A demás, mucha gente se ha trasladado a sus segundas residencias -normalmente de veraneo, con más espacios al aire libre-, al contar con la libertad que brina el teletrabajo.
Pero no sólo está triunfando la jardinería de exterior, sino que las ventas de plantas de interior también han aumentado notablemente. El encierro convirtió en una necesidad el hecho de aportar vida a pisos y apartamentos mediante la decoración vegetal. Esto ha sido siempre considerado psicológicamente importante, incluso desde antes de la pandemia. Desde huertos urbanos en balcones hasta pequeñas macetas repartidas por la casa o plantas aromáticas en la cocina, hay plantas para todos.
Los “influencers”, grandes protagonistas de la era de las redes sociales, han ayudado a establecer esta tendencia. La vegetación se ha apoderado de sus contenidos, en forma de fondos de fotografías o vídeos, recetas con hierbas aromáticas plantadas por ellos mismos… Eso anima a sus seguidores a hacer lo mismo, y refleja también la edad de los actuales compradores del sector, muchos de los cuales entran en el grupo de entre 25 y 40 años.
Como toda tendencia, ésta está experimentando su momento de “boom”. Sólo es cuestión de tiempo averiguar si perdurará en el tiempo o es simplemente una moda pasajera.