Nacida en la ciudad paraguaya de Asunción el 19 de marzo de 2004, Luana Alonso empezó a nadar gracias a su abuelo con solo cuatro años. Con seis, ya competía, destacando a nivel nacional, y este verano en París, dos décadas después, ha participado en sus segundos Juegos Olímpicos, de los que se ha despedido con polémica con el Comité Olímpico Paraguayo.
La nadadora, especialista en 100 metros mariposa e integrante del club Benjamin Hockin de su ciudad natal, concluyó su participación en la cita olímpica parisina con un sexto puesto en su serie, con un tiempo de 1:03.09 que no fue suficiente para pasar a semifinales.
Su adiós a los Juegos le sirvió también para anunciar su retirada como deportista de élite: "¡Ya es oficial! Me retiro de la natación, muchísimas gracias a todos por el apoyo! Perdón Paraguay. Solamente me queda agradecer!", escribió en sus redes sociales.
Pese a ello, Alonso continuó en París, llegando a visitar Disneyland, y en la Villa Olímpica, lo que no gustó nada al COP. De hecho, Larissa Schaerer, Jefa de Misión del COP solicitó su retiro inmediato del espacio dedicado para los deportistas olímpicos, argumentando que "la presencia de Luana estaba generando un ambiente inadecuado para el equipo paraguayo".
"Solo quería aclarar que nunca me sacaron o expulsaron de ningún lado, dejen de difundir información falsa. No quiero dar ningún comunicado pero tampoco voy a dejar que mentiras me afecten", ha aclarado ella este martes en su cuenta de Instagram, donde cuenta con 713.000 seguidores.
Alonso, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Southern Methodist, a lo que se dedicará de lleno tras su adiós a las piscinas, tiene una filosofía de vida muy clara: "Vete con todo o es mejor no ir".