Su imagen ha dado la vuelta por todas las redes sociales tras agredir en el metro de Madrid a un enfermero, “no me gustó el tono con el que me dijo que me pusiera la mascarilla”, declaró a la Brigada Móvil de la Policía Nacional, los cuales habían solicitado colaboración ciudadana para poder identificarle.
El joven colombiano golpeó al sanitario con un puño americano, el cual fue herido de gravedad en el ojo. Tras bajarse en la estación de Puerta del Ángel, después de dedicarle unas palabras: “Gilipollas, que te quede claro; ojalá te mueras”. En su perfil de LinkedIn se presenta como camarero en cercanías Renfe, a pesar de no tener los papeles en regla. Trabajó esporádicamente en B.
El juez decretó el pasado miércoles su ingreso provisional y sin fianza. Tenía antecedentes por hurtos, robos, receptación de mercancías robadas y daños contra el patrimonio. Ha sido acusado de un delito de lesiones agravado. La víctima tendrá que declarar el 8 de septiembre en los juzgados, junto a cinco testigos más que presenciaron los hechos.
El historial
Juan Camilo no tiene permiso de residencia en España, vivía en un piso compartido con otros inmigrantes en el distrito madrileño de Villaverde, donde fue detenido tras ser identificado por una persona que acudió a los juzgados para aportar información.
En febrero fue puesto en libertad, tras pasar un tiempo en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche mientras esperaba a ser deportado. Antes de ello, estuvo viviendo de okupa en Palma de Mallorca, donde un juez ordenó su expulsión de España. Ha sido detenido en varias ocasiones. También vivió en Alicante, en casa de un familiar con el que había tenido conflictos.
Tras comprobar que efectivamente era la misma persona que había producido la agresión al sanitario, los agentes comenzaron con un dispositivo que acabaría en la detención cuando el sujeto se dirigía a su casa para recoger sus pertenencias y fugarse. Intentó cambiar su aspecto, tintándose el pelo de rojo y quitándose las dilataciones que tenía en las orejas, pero no surgió efecto, porque la policía pudo reconocerle finalmente.