A principios de febrero, la versión australiana de la FDA sorprendió al anunciar que la psilocibina y la MDMA podrían ser recetados por psiquiatras para diversos trastornos de salud mental. Ambas sustancias son dos de los tratamientos más efectivos para tratar trastornos de salud mental peligrosos y persistentes.
Los psiquiatras podrían comenzar a recetar estos tipos de sustancia a partir del mes de julio.
Los ensayos que se han hecho hasta la fecha, a pesar de ser estudios pequeños debido a la ilegalidad en la mayoría de los países, han resultado universalmente exitosos.
La Universidad Johns Hopkins pudo comprobar que la toma de psilocibina cuando se combina con psicoterapia asistida reduce un 71% los síntomas de depresión, y evitó cualquier retorno de los síntomas en el 54% de los participantes del ensayo.
Por otro lado, en un ensayo de fase III de psicoterapia asistida por MDMA para víctimas de TEPT, llevado a cabo por el el Departamento de Neurología de UC San Francisco, descubrieron que los síntomas mejoraron un 88%.
En un comunicado La Administración Australiana de Productos Terapéuticos (TGA), señaló que: "Las presentaciones confirman la necesidad de un mayor acceso a tratamientos alternativos para pacientes con afecciones persistentes de salud mental donde los tratamientos disponibles actualmente no han sido efectivos". Además, "La prescripción se limitará a los psiquiatras, dadas sus calificaciones especializadas y experiencia para diagnosticar y tratar a pacientes con afecciones graves de salud mental".