jueves. 21.11.2024

La situación en el Líbano es cada vez más alarmante. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha calificado la crisis como "dramática", advirtiendo que "nadie está a salvo". Las imágenes que acompañan este reportaje muestran cómo miles de personas intentan huir del sur del país hacia el norte para escapar de los bombardeos israelíes, que han hecho insostenible la vida en la frontera. A la escalada de ataques aéreos se suma el creciente temor a una incursión terrestre del Ejército hebreo, mientras la comunidad internacional alerta de una posible guerra total.

Este lunes, Hezbolá respondió con al menos siete lanzamientos de decenas de proyectiles hacia objetivos militares en el norte de Israel, en represalia por los masivos bombardeos israelíes que ya han causado 274 muertos y más de 1.000 heridos en territorio libanés.

Ante la situación, el Ministerio de Exteriores español ha instado a no viajar al Líbano y ha recomendado que aquellos ciudadanos que se encuentren allí abandonen el país cuanto antes. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que los españoles en la zona son "nuestra prioridad", y que aunque el plan de evacuación aún no ha sido activado, "no dudaremos en hacerlo si las circunstancias lo precisan".

Mientras tanto, la ministra Robles destacó la alta moral de los militares españoles desplegados en Líbano a pesar de la crítica situación. En contacto constante con el jefe de la misión de la ONU en el país, Aroldo Lázaro, Robles subrayó que el contingente español se encuentra en búnkers y está tomando todas las medidas de seguridad necesarias. Hasta el momento, no se ha registrado ninguna baja ni heridos entre los militares españoles.

Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, manifestó su creciente preocupación por el conflicto, advirtiendo sobre el riesgo de una "guerra completa". Durante una reunión en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Borrell señaló que, desde la semana pasada, más de 500 personas han muerto y 4.400 han resultado heridas en Líbano, muchas de ellas mujeres y niños. Consideró estos números como un "precio inaceptable" y reiteró la urgencia de renovar los esfuerzos diplomáticos para evitar una mayor escalada.

Borrell concluyó con un llamado a la comunidad internacional para que frene el conflicto: "El camino hacia la paz empieza con un solo paso, el alto al fuego en Gaza". Afirmó que la violencia en Gaza y Líbano está interconectada, y advirtió que este conflicto podría extenderse a otras regiones, como el Mar Rojo y Cisjordania, con potenciales consecuencias devastadoras.

Así es el plan de evacuación de los españoles en el Líbano en caso de riesgo