Este pasado lunes rescataron a una bebé de entre los escombros aún estando enganchada al cordón umbilical de su madre. La madre de la niña, Abu Hadiya, dio a luz a este milagro pero horas antes de ser rescatadas falleció aunque la niña permaneció con vida.
"La hemos llamado Aya", estas son las palabras del Dr. Hani Maarouf en el hospital de la localidad de Afrin, donde fue ingresada. Ha escogido este nombre por una razón y es porque Aya significa en árabe milagro o señal de Dios.
Aya como muchos otros niños se quedó huérfana ya que sus cuatro hermanos y sus padres fallecieron en el terremoto pero el destino de esta bebé no se vería truncado ya que se encuentra recuperándose en una incubadora y con una multitud de personas que quieren adoptarla. El director, Khalid Attiah, del hospital donde está ingresada ha dejado claro que esta niña no será huérfana "No permitiré que nadie la adopte. Hasta que la acoja su familia lejana, la trataré como a uno de los míos", ha afirmado a la BBC.
Al final apareció un familiar suyo, su tio abuelo Salah al-Badran, según relata el diario The Guardian. Su futura familia esta compuesta por 11 miembros y se la llevarán en cuanto la niña esté completamente fuera de peligro.
Al final después de todo el horror de esta catástrofe, podemos ver ápices de luz como es Aya, la bebé milagro, en este oscuro túnel que todos esperamos que acabe de una vez.