Tras la explosión de los depósitos de armas búlgaras en República Checa, Bulgaria está investigando la implicación de Rusia en este acontecimiento. Además de la destrucción de armas también está investigando el país el envenenamiento de un comerciante de armas búlgaro.
Las armas detonadas estaban en un almacén del que iban a ser exportadas a Ucrania y Georgia, rivales bélicos de Rusia. Los sospechosos de este acto son seis ciudadanos rusos que creen que pueden ser espías del Servicio de Inteligencia Militar de Rusia. Además este suceso parece estar relacionado con el intento de envenenamiento, de hasta en dos ocasiones, de Emilian Grebev, comerciante de armas búlgaro.
Desde el Ministerio Fiscal búlgaro comentan que los seis rusos están siendo investigados por la autoría de un “crimen grave”. Además, Siyka Mileva, portavoz de la fiscalía búlgara ha afirmado que “de las pruebas reunidas hasta ahora, se puede concluir con un alto grado de fiabilidad que el propósito de las acciones de los ciudadanos rusos era cortar el suministro de productos especiales a Georgia y Ucrania”.
La propia portavoz de la fiscalía búlgara también ha comentado respecto a todo este revuelo en el país, y en referencia de las últimas explosiones en el de paquetes de armas, que “En las cuatro explosiones se destruyó la producción destinada a la exportación a Georgia y Ucrania”. Encontrando así un clara conexión con Rusia.