Adnan es un adolescente de 17 años que hoy ha vuelto a nacer. Tras el terremoto de Turquía quedó atrapado en el sótano de su casa en la ciudad turca de Gaziantep, a solo 30 kilómetros del epicentro del desastre. Cuenta el joven a un reportero que sobrevivió cuatro días "bebiendo de su propia orina". Quedó atrapado y podía moverse por ese espacio.
Adnan ha contado que entró en pánico cuando las excavadoras comenzaron a trabajar en busca de supervivientes. Al escuchar al joven se detuvieron y comenzó este intenso y duradero operativo de rescate.
La sensación general de los equipo de emergencia y los voluntarios fue un sentimiento de alegría acompañado de lágrimas. Yasemin, era una de las voluntarias, que contó que había pasado los últimos cuatro días sin dormir tratando de ayudar en el rescate. "Tengo un hijo como tú". Su madre agradeció a todo los operativos y al equipo por devolverle a su hijo con vida.
Por desgracias en algunas provincias ya se están deteniendo las búsquedas y los rescates después del seísmo que azotó al pueblo sirio y al pueblo turco dejando con el a más de 20.000 muertos por el momento.
Adnan es un haz del luz por el que sonreír ante esta masacre.