La crisis social y política por la que está pasando Francia parece no tener fin. El Consejo Constitucional francés no ha hecho más que agravar las protestas y disturbios, después de darle el visto bueno a la reforma de pensiones, lo que provocó la vuelta a las calles de los ciudadanos franceses, alzándose en protestas contra su decisión, en lo que supone una victoria diplomática para Emmanuel Macron.
Uno de los disturbios más destacados de la madrugada en Francia se produjo en Rennes, donde la comisaria de la ciudad francesa ardió en llamas de la misma manera que lo hizo hace un mes el Ayuntamiento de Burdeos. 11 fueron los detenidos en la ciudad de Rennes debido a los disturbios y su alteración del orden público, aunque en todo el país fueron 150 las personas detenidas por los diferentes disturbios.
París se ha convertido en una ciudad devastada por los disturbios, en los que el mobiliario público como los contenedores y las bicicletas se han convertido en hogueras.
Los principales sindicatos franceses han criticado la promulgación en plena noche de la reforma de las pensiones del presidente francés. Califican las circunstancias de "desprecio" para las protestas. Desde el principal sindicato francés, reprocharon a Macron que, a pesar de tener 15 días de margen para promulgar la norma, lo hiciese de inmediato por la noche "despreciando a millones de trabajadoras, trabajadores, jóvenes y menos jóvenes que durante meses han manifestado su rechazo a esta reforma y los métodos antidemocráticos del presidente y su gobierno".