Considerado para muchos el pívot más dominante de la historia, Shaquille O’Neal confesaba que tras 11 años sin ir al médico, le detectaron la apnea del sueño, una enfermedad respiratoria que se caracteriza porque las personas que la sufren pueden tener paradas en sus respiraciones mientras duermen.
Shaquille O’Neal consideraba que ir al médico no era necesario si no jugaba al baloncesto porque él consideraba que su estado de salud estaba correcto. Llevaba 11 años retirado, por lo que no había tenido una consulta médica en todo ese tiempo. También el uso de analgésicos y una dura depresión habían influído en su rutina.
Cuando fue informado sobre su enfermedad, fue consciente de la gravedad del asunto: la falta de oxígeno podía provocarle una hipertensión pulmonar o incluso un fallo cardíaco. Desde entonces, el ex jugador de la NBA duerme enganchado a una máquina para evitar accidentes cerebrovasculares.
Tras conocer su diagnóstico, decidió realizar una serie de cambios en su vida. "Me di cuenta de que no podía seguir así", confesaba Shaquille. Desde entonces, ha realizado una serie de hábitos en su vida y ahora muestra a través de las redes la vida saludable que sigue día a día.