Continúan aumentando las tensiones en territorio ucraniano. Después de la reunión insatisfactoria entre Emmanuel Macron y Vladimir Putin, Estados Unidos continúa advirtiendo de una próxima invasión rusa en Ucrania . Hace unas horas, ha aterrizado un nuevo cargamento de armas en Ucrania procedente de Estados Unidos. El cargamento ya se encuentra en Kiev y forma parte de un contingente de ayuda militar estadounidense de 200 millones de dólares.
El pasado miércoles la Casa Blanca aprobó un plan presentado por el Pentágono para que las casi 2.000 tropas estadounidenses en Polonia ayuden a evacuar a los estadounidenses en Ucrania si Rusia comienza una invasión. Estados Unidos ha levantado uncampamento de acogida en la frontera para acoger en torno a 1.000 ciudadanos. Las tropas de EEUU no tienen autorización para entrar en Ucrania en caso de estallar una guerra. El país norteamericano centra su mirada en una evacuación.
La administración Biden está convencida de que Rusia va a invadir Ucrania. Joe Biden, presidente de Estados Unidos ha vuelto a pedir a sus ciudadanos que se encuentran en Ucrania que salgan del país. Han llegado a Ucrania en total 15 aviones con ayuda militar estadounidense con un peso de más de 1.200 toneladas.
El presidente de EEUU ha vuelto a insistir en una evacuación de ciudadanos estadounidenses de Ucrania ante el posible estallido del conflicto. Asegura que "deben irse cuanto antes" y que "las cosas pueden ponerse muy feas y muy rápido y que después no podrán ser rescatados". Además anuncian que Kamala Harris, vicepresidenta del país, acudirá la próxima semana a Europa para reforzar los lazos con la OTAN.
El Departamento de Estado avisa a los ciudadanos que no podrán evacuarlos en caso de estallar el conflicto. "No es como si estuviéramos tratando con una organización terrorista. Estamos lidiando con uno de los ejércitos más grandes del mundo. Es una situación muy diferente y las cosas podrían volverse locas rápidamente", avisa Biden.
Rusia sigue negando que esté planeando invadir Ucrania. Desde Moscú quieren garantías de seguridad de que la alianza liderada por Estados Unidos detendrá su expansión a las antiguas repúblicas soviéticas. La OTAN y Washington ya han rechazado la petición y la han calificado de "improbable". Eso sí, explican que están abiertos a debatir medidas de control de armas en Europa.
