La ciudad de Jerusalén ha vuelto a ser el escenario de violentos conflictos entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes que han dejado 24 muertos y 300 heridos tras el intento de desahucio de decenas de palestinos para entregar esas tierras a colonos judíos.
Todo se desencadenó el pasado viernes una vez que, alrededor de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, los palestinos arrojaron piedras a policías antidisturbios israelíes, que respondieron disparando balas de goma y gases lacrimógenos. La comunidad palestina en Jerusalén lleva semanas protestando contra un posible desalojo de ocho familias del barrio de Sheikh Jarrah con el objetivo de entregar esas tierras a colonos judíos.
Las protestas continuaron durante el fin de semana en Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam, y las escenas de violencia y disturbios se han ido sucediendo hasta el pasado lunes, dejando más de 300 palestinos heridos. La ira de los palestinos se desencadenó cuando un tribunal inferior israelí concedió el desahucio en favor de los judíos. Ahora, el Tribunal Supremo del país debía celebrar una audiencia sobre el caso este lunes, pero la sesión se pospuso debido a los disturbios.
La fricción entre las dos partes ha ido en aumento cuando Hamás, la organización yihadista que gobierna la Franja de Gaza, ha advertido a Israel que retirara a los agentes de la mezquita. Tras la negativa de los israelíes, Hamás ha disparado varios cohetes, algunos de ellos hacia Jerusalén, a lo que Israel ha respondido bombardeando la Franja de Gaza y provocando 24 fallecidos, nueve de ellos menores, según han denunciado las autoridades palestinas.
Todo ello coincide con el Día de Jerusalén que se celebraba el pasado lunes y conmemora la victoria de Israel sobre la parte oriental de la ciudad en la Guerra de los Seis Días de 1967. Palestinos e israelíes reclaman el control de esta parte de la ciudad, que es donde se asientan algunos de los lugares religiosos más sagrados del mundo, como la mezquita de Al Aqsa, considerada la ciudad más sagrada para el judaísmo y el cristianismo y tercera más sagrada para el islam. Este es uno de los principales motivos del histórico conflicto entre las dos naciones. Israel considera a Jerusalén como su capital, mientras que Palestina reclama la parte este como la futura capital de un futuro Estado independiente.
