La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamamiento este jueves, en el Día Mundial de la Tuberculosis (TB), a los líderes mundiales para que restablezcan los servicios esenciales de TB y aumenten la inversión en la enfermedad, lo que conllevará beneficios significativos a través de vidas salvadas, costos de atención médica evitados y mayor productividad.
De esta manera lo ha asegurado el director general de la OMS, Tedros Adhanom, quien ha puesto de relieve la "urgente necesidad" de invertir en la lucha contra la TB para cumplir los compromisos asumidos por los líderes mundiales. Una situación "especialmente crítica" en el contexto de la pandemia de COVID-19, junto con los conflictos en Europa, África y Medio Oriente, que están interrumpiendo los servicios para la TB y generando una carga aún mayor para los afectados.
A consecuencia de estas interrupciones, la OMS ha informado de un aumento de las muertes por TB por primera vez en más de una década. Por ello, ha destacado tres prioridades sobre las que actuar para contener el crecimiento de dicha patología.
En primer lugar, ha instado a los países con alta carga y a la comunidad internacional para que intensifiquen urgentemente las inversiones nacionales e internacionales para ampliar el acceso a las herramientas y desarrollar unas nuevas.
"El gasto mundial en servicios de diagnóstico, tratamiento y prevención de la TB cayó de 5800 millones de dólares estadounidenses en 2019 a 5300 millones de dólares estadounidenses el año pasado, lo que representa menos de la mitad del objetivo mundial de 13 000 millones de dólares estadounidenses anuales para 2022. Necesitamos más que duplicar las inversiones en investigación y desarrollo para impulsar el descubrimiento de nuevas herramientas, incluidas las vacunas, y ampliar las innovaciones que salvan vidas", ha sostenido.
La segunda petición que ha realizado el director de la OMS es restablecer los servicios esenciales. "Estos servicios pueden y deben brindarse junto con los servicios para COVID-19, y también deben integrarse en los planes nacionales de preparación para una pandemia. Estamos especialmente preocupados por la salud de las personas con TB en Afganistán, Etiopía, Siria, Ucrania y Yemen, donde el conflicto está poniendo en peligro su acceso a los servicios y sus propias vidas", ha explicado.
Asimismo, ha solicitado que se intensifiquen urgentemente las respuestas a la TB a medida que se alcancen los objetivos de 2022. "Vidas dependen de ello. Esto incluye liderazgo político de alto nivel y diálogo", ha precisado.
Próximamente, está previsto que se celebre la 2ª Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la TB del próximo año, que brinda una oportunidad importante para catalizar la acción.