Al cumplirse un mes desde el inicio del conflicto en Ucrania, las ONG que integran el Comité de Emergencia han advertido de las principales consecuencias de esta guerra: el riesgo que corren las mujeres y los menores de acabar siendo víctimas del tráfico de personas y de la hambruna.
La directora Mundial de Operaciones Humanitarias de World Vision, Isabel Gomes, ha explicado que, "lo que era un flujo de personas que huían de Ucrania se ha convertido en un éxodo" con situaciones "muy duras" e "historias terribles de desesperación y privación" dentro del propio país en donde, "sin medios de subsistencia", los ciudadanos "tienen hambre y no encuentran un refugio seguro".
También desde Educo, la directora de Incidencia e Investigación de la ONG, Macarena Céspedes, ha avisado de la "escasez de alimentos". Según ha explicado, la entidad ha presenciado como en algunas zonas los menores se están quedando sin comida y cada vez hay más dificultades para evacuarlos o para recibir productos de primera necesidad. También ha denunciado la falta de medicamentos básicos, como la insulina".
Pero, entre las "peores consecuencias", las ONG han denunciado el aumento del número de mujeres y menores vulnerables, que pueden convertirse en objetivo de la violencia o la trata.
"El desplazamiento, la caída repentina en la pobreza extrema, la viudez, la pérdida o la separación de los miembros de la familia y muchas otras características de este conflicto, están creando un número incontable de mujeres vulnerables cada hora", ha asegurado Eleanor Monbiot, jefa regional de la Oficina Regional de World Vision para Oriente Medio y Europa del Este.
SEGUIR CANALES OFICIALES
Pero, según ha advertido, no solo le ocurre a mujeres. Desde Educo alertan del número de niños que están cruzando solos las fronteras y ha señalado el riesgo que corren de ser "víctimas de cualquier tipo de maltrato o abuso, como la trata".
Es por eso que, desde las ONG piden que "la acogida fuera de Ucrania" se haga "siguiendo los mecanismos establecidos por la Unión Europea". "En nuestra experiencia en situaciones de conflicto o catástrofes humanitarias, en las que miles de niños y niñas se quedan solos, hemos visto la importancia que tiene seguir los canales oficiales y el apoyo de las organizaciones expertas", ha explicado Céspedes.
"Además de evitar que la infancia refugiada sufra cualquier tipo de violencia, y asegurar que en el país de acogida tengan su documentación y todos los derechos básicos cubiertos, como el acceso a la educación o a la salud", ha añadido.
En este sentido, desde Aldeas Infantiles SOS en Ucrania han informado de que en este país hay unos 162.000 menores sin cuidado parental, de los cuales, 98.000 están en acogimiento residencial y 64.000 en acogimiento familiar.
Por eso, además de ayudar a estos niños que permanecen en instituciones residenciales, la organización está brindando su apoyo a las familias de acogida que lo necesitan.
La entidad consiera "fundamental" poner el foco en esos 98.000 niños tutelados por el Estado ucraniano y se está coordinando, junto a otras entidades agrupadas en la Red Ucraniana de Derechos del Niño, para su evacuación del país.
LA VIDA DE LAS PERSONAS EN "JAQUE"
Por otra parte, desde las ONG recuerdan que, en solo este mes la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado 62 ataques a estructuras sanitarias, que han dejado 15 personas muertas y 37 heridas, algunas de ellas personal sanitario.
El asedio a ciudades en todo el país está dejando a los hospitales sin acceso a insumos médicos, según estas entidades, quienes advierten también de que "la ruptura de la cadena de suministro deja a las personas que necesitan tratamientos médicos en una muy difícil situación".
"Por ejemplo, las farmacias disponen ya de muy pocas existencias y la gente no puede aguardar el turno para comprar medicamentos mientras suenan las sirenas antiaéreas", han denunciado.
En este sentido, Médicos del Mundo se ha mostrado "extremamente preocupada por la situación" de peligro para la vida y la salud de la población civil y llama a poner fin a los ataques contra las infraestructuras esenciales, en particular las instalaciones sanitarias, y proporcionar un acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda humanitaria a las zonas afectadas, a través de la apertura de corredores humanitarios.
La ONG denuncia que las hostilidades en curso continúan obstaculizando el libre movimiento de la carga humanitaria, además de que violan el derecho humanitario, en concreto las resoluciones 2286 y 2573 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.