Argo, un perro callejero que visitaba todos los días el Parque Arqueológico de Pompeya desde hace 15 años, ha muerto. Fue un símbolo entre los trabajadores y visitantes de la ciudad.
"Era el último perro vagabundo de Pompeya. Estamos muy tristes. Venía todos los días puntual como un reloj, era siempre el primero en llegar y el último en irse, tanto en verano como en invierno, porque hay horarios diferentes y él se los sabía de memoria", explicó el guía turístico Glauco Messina a EFE, que confirmó el fallecimiento el pasado martes.
El Parque Arqueológico de Pompeya, uno de los lugares más visitados de Italia, ha notado la muerte de Argo, quien era muy querido en el lugar.
Pompeya "se despide de Argo. Tenía más de 15 años, era un buen perro, siempre cuidado por la ciudad, trabajadores y visitantes del sitio. Ha acompañado a miles de turistas durante su honorable servicio como custodio y anfitrión", escribió Messina en la red social X, para añadir que "Muchas personas de todo el mundo lo recuerdan con cariño en las redes sociales en estas horas. Agradecemos a los voluntarios que lo cuidaron con cariño en sus últimos días".
Uno de los voluntarios fue el propio Messina, que ha confesado que estaba "muy unido a Argo" y que por esa razón ha emprendido "un proyecto artístico" en el que pide que los visitantes que conocieron al con durante su visita a Pompeya, envíen sus fotos con él para recordarlo. También explica que empezó a ir a Pompeya "cuando era un cachorro".
"Entonces había otros perros callejeros más grandes que a lo largo de los años han muerto o han sido adoptados, pero él, en cambio, fue tolerado como el último de los canes vagabundos porque, por desgracia, el tema de los perros dentro de un parque arqueológico es un tema problemático debido, entre otras, a razones de seguridad", declaró.
Tras la muerte de Argo, no parece que vuelvan a acoger a más perros vagabundos en el Parque Arqueológico, pero si hay "colonias de gatos, que si son toleradas".
Messina aclara que el proyecto en el que reúne las fotos de Argo, solo acaba de empezar, "pero ya han empezando a llegar las primeras imágenes".
"Estoy muy apegado porque yo operaba principalmente desde la entrada de la puerta del anfiteatro, que era precisamente el paso por donde Argo entraba todas las mañanas", concluyó el guía.