El nuevo alcalde de Kabul no quiere la presencia de mujeres en el Ayuntamiento. Su nombre es Molavi Hamdullah Nomani, es el encargado de la “nuevo normalidad” en la capital de Afganistán tras la marcha de los aliados del país. El nuevo líder ha asegurado que “las mujeres no podrán volver a trabajar al ayuntamiento de la ciudad, salvo que su trabajo no lo pueda llevar a cabo un hombre”.
Durante estas últimas semanas, algunos medios de comunicación y autoridades multinacionales sean hecho eco de que los talibanes, dos décadas después, no habían cambiado. Los avances que las mujeres en Afganistán habían logrado, mientras las tropas aliadas permanecieron en el país, como acudir a los colegios y a la universidad en las últimas décadas, además de ocupar altos cargos de responsabilidad ha desaparecido con la “nueva normalidad”.
Las mujeres no pueden trabajar en política ni en puestos de responsabilidad pública. En las ciudades las niñas han sido separadas de los niños en los colegios y no se sabe que les deparará en los estudios superiores. De momento solo los niños han podido dar comienzo a sus clases.
La semana pasada, los talibanes hicieron desaparecer el Ministerio de Asuntos de la Mujer en Kabul, por lo tanto, los asuntos de las mujeres pasan a segundo plano. Además de tener que seguir los códigos impuestos de vestimenta.