El Ministerio de Defensa ha decidido ignorar todo tipo de advertencias y críticas de todo el mundo externo a su conflicto con Ucrania. Todo lo contrario, ahora el ejército ruso tiene órdenes mucho peores que con las que comenzó su invasión a su país vecino, la orden de atacar a toda Ucrania.
Según ha declarado el portavoz del ministerio ruso de defensa, Ígor Konashénkov, "después de que la parte ucraniana rechazara el proceso de conversaciones, hoy se le dio a todas las unidades la orden de iniciar la ofensiva en todas las direcciones en correspondencia con el plan de la operación".
Rusia buscaba hablar y sentar la paz con Ucrania según sus declaraciones, pero Ucrania habría rechazado dicha opción, pues sería rendirse ante Rusia, dejando claro que pueden hacer lo que quieran con el país, por lo que el país se ha negado a dialogar en Bielorrusia, provocando así la reacción del ministerio. El militar ruso recordó que "tras las declaraciones del régimen de Kiev sobre su disposición al diálogo se detuvieron las acciones de combate en las principales direcciones de la operación", pero ahora se ha reanudado.
Las milicias separatistas de dentro del propio país han apoyado al ejercito ruso en el avance por las ciudades de Donetsk y Lugansk. Además de esto, Konashénkov destacó el avance del ejercito hacia Rubézhnoye. "Hoy las fuerzas de la república popular de Lugansk avanzaron a una profundidad de 46 kilómetros y tomaron los pueblos de Schastie y Murátovo", informó el portavoz.
El portavoz habló también fríamente de los enfrentamientos que se están produciendo en el Mar Negro donde los rusos, se estaban vengando de los ataques que los barcos rusos sufrieron a causa de 16 lanchas ucranianas. "El objetivo de este ataque fue, ante todo, una venganza a los militares ucranianos que se rindieron con el fin de acusar al Ejército ruso de asesinar a los prisioneros de guerra", dijo.