Ben Lovell de 42 años nunca había escalado una montaña y en 2017 le amputaron una pierna por un coágulo de sangre. A día de hoy puede andar unos veinte minutos con la prótesis, cerca de un kilómetro y medio, pero tras esto debe descansar para poder continuar escalando.
Ha escalado grandes picos de Inglaterra como el Hevellyn en Distrito de los Lagos en siete horas, el Scafell en nueve o el Scafell Pike después de otras 11 horas de caminata.
Padre de dos hijos recaudó miles de libras para que niños con prótesis se unieran a su campamento de entrenamiento y retiro en Tenerife, llamado AmbCamp.
Ben asegura que “nunca se trata de cuánto tiempo me lleva; se trata solo de hacerlo”. “Helvellyn fue realmente duro y bastante aterrador porque perdimos la pista y terminamos subiendo por la ladera del pico.”
Antes de la amputación de su pierna, sufrió drepresión y ansiedad, pero ahora va al gimnasio seis veces por semana, ya que para poder ir en las muletas debe hacer un gran esfuerzo en su espalda y hombros.
En los últimos años completó una caminata patrocinada de 20 kilómetros y salto en paracaídas.
La razón principal por la que fundó AmbCamp es que gracias a las vacaciones que ofrecen las personas encuentran un lugar al que ir donde están seguros y confiados. Un lugar donde les entienden y pueden escapar de los estigmas.