Forrest Jean Coburn Gardiner es el bebé prematuro con una de las historias de supervivencia más impactantes. Nació en marzo de 2020 en el hospital “Singleten” de Gales a las 26 semanas de embarazo pesando tan solo medio kilogramo. A todas las complicaciones habituales que se les presenta a los bebés prematuros, en este caso se agrava por el peculiar contexto de la situación, ya que el parto tuvo lugar dos días antes del primer confinamiento en Reino Unido por la pandemia.
Al nacer, los médicos estimaron que tendría un 40% de probabilidad de supervivencia. El bebé pasó ingresado hasta 118 días en tres hospitales diferentes de Reino Unido, especializados en el cuidado de bebés prematuros, durante este tiempo ese porcentaje iba aumentando poco a poco.
Forrest tenía la piel tan fina que se le trasparentaba las venas y los huesos, tanto es así que tuvo que estar protegida con una especie de bolsas de plástico. Contaba también con una preocupante disfuncionalidad del sistema circulatorio ya que sus venas no conseguían adaptarse, para conseguir regular este problema le insertaron venas artificiales a través de las palmas y los pies hasta su corazón. Tras cuatro meses de lucha, el bebé consiguió el alta del hospital.
A día de hoy, Forrest Jean ya tiene 19 meses y aunque su cuerpo sigue siendo más reducido de lo habitual, contra todo pronóstico ha conseguido dar sus primeros pasos y continúa su desarrollo, según confiesa su madre, Abbey Coburn, en una entrevista para el diario Wales Online, en el que también declara que se siente muy agradecida por el equipo que ha rodeado a su hija, y en definitiva, le ha salvado la vida.