jueves. 30.01.2025

Un jefe de bomberos en California logró un increíble acto heroico al salvar la casa de su hermano y la de un vecino, armado únicamente con un cartón de leche y un par de cervezas.

Brian Fennessy, con casi 50 años de experiencia como bombero, confesó que nunca antes había enfrentado algo similar en su carrera.

Una misión inesperada

El incendio, conocido como Eaten Fire, comenzó a propagarse rápidamente en el cañón de Altadena, lo que llevó a Fennessy a preocuparse por su hermano, que vive en la zona afectada. Al no poder contactarlo, el jefe de bomberos decidió dirigirse al lugar para ayudar si era necesario.

Sin embargo, mientras estaba en camino, recibió la llamada que tanto esperaba: su hermano y su familia habían logrado evacuar a salvo. Con esa tranquilidad, Fennessy decidió aprovechar su cercanía para verificar el estado de la propiedad.

Un rescate improvisado

Al llegar a Altadena, Fennessy pasó por varias casas que ya estaban envueltas en llamas o completamente destruidas. Para su alivio, encontró la vivienda de su hermano y la del vecino intactas, aunque rápidamente notó que el medidor de gas en la parte trasera de la casa de su hermano estaba ardiendo.

Con un intento inicial de apagar las llamas, buscó una manguera, pero no salía agua. Sin muchas opciones, decidió revisar el refrigerador de la casa. “Solo había un poco de leche y un par de cervezas”, contó Fennessy a KABC.

Usando esos improvisados recursos, regresó al medidor de gas para enfriar y controlar el fuego. “No quedó completamente apagado, pero al menos logré reducirlo un poco. No estaba seguro si volvería a prenderse, pero era todo lo que podía hacer”, añadió.

Las únicas casas intactas

Contra todo pronóstico, el esfuerzo fue suficiente. Las casas de su hermano y del vecino fueron las únicas en todo el vecindario que lograron mantenerse en pie después del paso del incendio.

La sorprendente hazaña de Fennessy, usando métodos poco convencionales, destaca tanto su instinto como su experiencia en situaciones extremas. Sin duda, una historia que demuestra cómo la creatividad y la determinación pueden marcar la diferencia incluso en los momentos más críticos.

Un jefe de bomberos en California salva dos casas usando leche y cervezas