Después de ocho meses esquivando un bache peligroso en una carretera de Castle Camp, un pueblo inglés, James Coxall decidió que ya era suficiente. Pero en lugar de enfadarse, optó por el humor para llamar la atención sobre el problema.
En vez de dejar una queja airada en el buzón de voz del ayuntamiento, Coxall involucró a su esposa e hijos en una creativa protesta: construyeron un par de piernas de madera con jeans y zapatos y las colocaron dentro del bache, simulando que alguien había caído de cabeza.
“Pensamos que era la manera más divertida de destacar el problema. Hay que tomarse la vida con humor, ¿no?”, comentó Coxall en una entrevista.
El bache, ubicado en Haverhill Road (Cambridgeshire), medía casi un metro de largo y ancho, y tenía una profundidad de 7 cm. Coxall tomó medidas por sí mismo antes de llevar a cabo su peculiar protesta.
Arte callejero para reparar carreteras
Con ayuda de sus hijos, Coxall usó madera, ropa vieja y trapos para armar la escultura. Incluso atornillaron un par de zapatos viejos para hacer la escena aún más realista.
La obra no tardó en convertirse en un fenómeno en el pueblo, y sus hijos se volvieron pequeñas celebridades en la escuela por la broma. Pero lo mejor de todo: el truco funcionó.
Cuatro días después de que las "piernas" aparecieran en la carretera, el bache—que había sido ignorado por casi un año—fue finalmente rellenado.
El ayuntamiento arregló el bache... pero dejó el “arte” intacto
Curiosamente, en los comunicados oficiales sobre la reparación, el ayuntamiento nunca mencionó la escultura. Tampoco la retiraron. Fue la esposa de Coxall quien, al pasar por la zona, decidió salvar la obra y llevarla a casa.
Ahora, Coxall ya está pensando en su próxima intervención artística para evidenciar otro problema en la carretera. ¿Quizás un Titanic hundiéndose en un bache? ¡Habrá que esperar para ver su próxima ocurrencia!
