"Cuando he visto todos los trofeos juntos y a todo el mundo que ha venido a mi despedida me he emocionado muchísimo. Cuando empecé a jugar al baloncesto nunca imaginé ni soñé conseguir todo lo que he conseguido, estar tantos años y conseguir tantos éxitos, ni vestir la camiseta de la selección tantas veces. Ha superado mis expectativas y me siento muy orgulloso. He tenido una carrera muy larga, la que he deseado y querido", destacó Reyes ante la prensa.
"Solo espero que la gente se quede con que fui un jugador que siempre dio el máximo con humildad y que siempre se mostró muy cercano con la gente. Sobre todo que me recuerden como una persona humilde y trabajadora. Solo con eso soy feliz", añadió.
El pívot explicó que no se le ha "pasado por la cabeza continuar un año". "Mentalmente estaba saturado, necesitaba un cambio de aires y darle prioridad a mi familia. Ya está bien retirarme con 41 años, creo que es suficiente", valoró, sin desvelar aún si piensa volver al Real Madrid en el futuro. "Es mi casa, siento pasión por este club y no hay nada que me haría más feliz que pode trabajar aquí con los jóvenes, pero no es el momento para hablar de esto", dijo.
"Siempre soñé con jugar en el mejor club del mundo y nunca pensé que iba a estar tantos años vistiendo esta camiseta. Me siento muy orgulloso y feliz de haber estado 17 temporadas, 16 de ellas como capitán, y espero haber estado a la altura. Me voy satisfecho, contento por el trabajo realizado porque siempre lo he dado todo en la cancha", resumió.
"MI ÍDOLO SIEMPRE FUE MI HERMANO ALFONSO"
Dentro de esta longeva carrera superior a las dos décadas, el cordobés quiso recordar algunos "momentos especiales". "Mi debut como profesional con el Estudiantes, primera Copa del Rey, fichaje por el Real Madrid, mi primer título de Liga nada más llegar en Vitoria, Copas del Rey, Ligas, la Euroliga de Madrid, la segunda en Belgrado, con la selección momentos increíbles, el mejor el Mundial de Japón, aquella celebración, las risas que nos echamos esa noche... Son momentos que se te quedan grabados para siempre. Las finales olímpicas... Son muchísimos momentos inolvidables que me van a dejar marcados de por vida", rememoró.
Sin embargo, le queda la 'espinita' de no haberse podido marchar con las gradas llenas de público. "Despedirme con público hubiese sido el final soñado, con los aficionados que tanto me han dado durante toda mi carrera, sentir su calor y su apoyo hubiese sido muy bonito. Escuchar cómo corearon mi nombre en el primer partido de la final de la Liga Endesa fue muy bonito. Estaba tumbado en la cama viendo el partido y casi se me saltaron las lágrimas", indicó.
Respecto a los rivales que le han marcado a lo largo de su carrera, se acordó especialmente del pívot argentino Luis Scola, con el que protagonizó sonados enfrentamientos en los duelos ante el Baskonia. "Recuerdo mis enfrentamientos con Scola con mucha rivalidad porque los dos competíamos para hacerlo lo mejor posible, pero siempre con compañerismo y respetándonos el uno al otro. Me marcho sintiendo el respeto de todos mis rivales", subrayó.
Además, Reyes no quiso señalar a un quinteto ideal de compañeros a lo largo de su carrera por respeto. "Mi ídolo siempre ha sido mi hermano Alfonso. Gracias a él empecé a jugar al baloncesto y siempre ha sido mi referente, él estaría sin duda en mi quinteto ideal. Para el resto del quinteto necesitaría dos equipos de fútbol y prefiero no decirlo para no dejarme a nadie", concluyó.