Kyle Chambers hizo historia del deporte el pasado viernes al romper el récord del mundo en la prueba de 100 metros estilo libre. El australiano destrozó a el cronómetro, consiguiendo un tiempo estratosférico, superando por casi un segundo y medio a sus perseguidores, los rusos Valdimir Morozov y Kliment Kolesnkov, que fueron plata y bronce respectivamente.
El nadador oceánico de tan solo 23 años es el vigente subcampeón de los Juegos Olímpicos en dicha categoría. Chambers dominó sin tregua la prueba de principio a fin, demostrando un gran dominio de resistencia y velocidad en comparación al resto de competidores. Finalmente el nadador consiguió la plusmarca mundial con un tiempo de 44,94 segundos. El australiano por fin rompió a marca a batir que llevaba impuesta desde el año 2008, por el nadador francés, Amaury Leveaux.
