La hazaña fue inmensa, llena de peligros, y cuando el autodenominado "Hardest Geezer" llegó a orillas del Mediterráneo, había corrido algo más de 385 maratones en 352 días; un total de más de 10.000 millas.
Y lo que es más importante, en opinión de Cook, su inspirador logro ha recaudado más de 650.000 libras esterlinas, cerca de un millón de dólares, para una selección de organizaciones benéficas.
Su ruta atravesó 16 países, desiertos, selvas tropicales y montañas, y se vio envuelto en problemas de visados, atracos, tormentas de arena, lesiones, enfermedades y tormentas de nieve. Comenzó en la remota ciudad de La Agulhas, en el sur de Sudáfrica, y terminó en una playa tunecina con un daiquiri de fresa en la mano.
La BBC informa de que su ruta empezó en Sudáfrica y siguió por Namibia, Angola, República Democrática del Congo, República del Congo, Camerún, Nigeria, Benín, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Guinea, Senegal, Mauritania, Argelia y Túnez.
Sus primeros 60 maratones transcurrieron sin contratiempos cuando empezó en abril de 2023, pero fue en Angola donde él y su equipo fueron asaltados a punta de pistola, robándoles dinero, pasaportes y teléfonos.
El siguiente contratiempo importante ocurrió en Camerún, donde luchó constantemente contra una intoxicación alimentaria. Después de cruzar Nigeria hasta Benín, se sintió como una cáscara de sí mismo. Para entonces ya había corrido unos 210 maratones.
Al llegar al singular país de Mauritania el día 267, la gente se detenía sin cesar en las carreteras para ofrecerle agua y provisiones.Pero entonces, incapaz de adentrarse en el vasto Sáhara argelino por problemas de visado, necesitó la ayuda del gobierno británico para que interviniera en su favor.
Habría sido un último obstáculo a superar, pero el Sáhara le azotó con tormentas de arena y nieve en el mismo periodo.
El último día, sus últimos 44 kilómetros hasta la línea de meta se caracterizaron por un grupo de inspirados corredores que habían volado para la ocasión.