A comienzos de marzo de 2020 cuando empezaba la primera ola de contagios por coronavirus, Eduardo Lozano, ingresaba en la UCI del hospital. Durante dos meses la enfermedad lo tuvo en coma, pero tras despertar ha tenido un largo proceso de recuperación de las secuelas que el coronavirus le ha dejado. Tal es así, que dos años después continúa hospitalizado.
A sus 60 años el Hospital de Bellvitge de L’Hospitalet de Llobregat en Barcelona se ha convertido en su segunda casa. Antes de ingresar, Eduardo no era consciente de que tenía coronavirus. Durante sus primeras semanas de ingreso, llegó a sufrir dos paradas cardíacas. Una de ellas, tuvo a los servicios médicos 20 minutos para conseguir reanimarlo.
Cuando aún se encontraba en la UCI, Eduardo pidió verse pero desde el hospital le aconsejaron que era mejor que no lo hiciera. Tras todo ese tiempo, había cambiado totalmente, ahora tenía 30 kilos menos y problemas de salud que había cambiado su estado físico.