A solo dos semanas del esperado sorteo de la Lotería de Navidad, las administraciones de lotería de todo el país se ven desbordadas por largas colas de personas que buscan hacerse con el décimo que les cambie la vida. Este evento anual no solo moviliza a amigos, familiares y compañeros de trabajo en un intercambio masivo de billetes, sino que también convierte la elección del número en un auténtico ritual.
¿Qué número tiene más posibilidades?
Aunque las probabilidades matemáticas indican que todos los números tienen exactamente la misma posibilidad de ganar el Gordo, las estadísticas han alimentado algunas supersticiones. Por ejemplo, el número 5 ha sido históricamente el más afortunado, habiendo resultado ganador en 32 ocasiones a lo largo de la historia del sorteo. Otros números populares entre los jugadores son el 4 y el 6, que han salido premiados con el Gordo en 26 ocasiones cada uno.
La maldición del 1: la terminación menos afortunada
En el extremo opuesto, el número 1 se ha ganado la fama de ser el menos favorecido por la suerte. De los 213 sorteos celebrados, solo ha aparecido como ganador en 8 ocasiones, lo que supone una frecuencia del 38%. Su último gran momento ocurrió en 2007, acumulando ya 14 años de ausencia en el sorteo. Otras terminaciones con menor suerte son el 2, con 13 apariciones, y el 9, que ha salido en 16 ocasiones.
Supersticiones y números menos demandados
Además de la estadística, los gustos personales y las supersticiones influyen notablemente en las decisiones de los compradores. Los números que comienzan o terminan en 0, o aquellos con cifras repetidas, suelen quedar en el olvido, al igual que la terminación 13, rechazada por muchos debido a su asociación con la mala suerte.
Una tradición que aviva la ilusión colectiva
A pesar de las cábalas y las preferencias personales, lo cierto es que el sorteo del 22 de diciembre se ha convertido en un símbolo de unidad y esperanza para millones de españoles. Cada décimo representa no solo la posibilidad de ganar, sino también el deseo de compartir la fortuna con los seres queridos. Un año más, todos sueñan con escuchar el mágico canto de los niños de San Ildefonso y, con un poco de suerte, ver cumplidos sus sueños.