viernes. 22.11.2024

Los sueños se cumplen, no hay nada que lo impida. Y si se trata de un abuelo no cabe duda, porque deberían ser eternos. Los límites están donde te lo pongas, pero para sorprender a su abuelo, un joven de 12 años, Harrison Gurney, no se le resistió ninguno.

Todo comienza cuando la esposa de su abuelo, Malcolm Hanson, tuvo que ser trasladada a un centro de mayores debido a la enfermedad de Alzhéimer generó un vacío y una enorme tristeza en el hombre. El sueño del joven nieto era ver a su abuelo feliz y el de su abuelo siempre ha sido volar en Spitfires.

Malcolm Hanson había amado a los Spitfires desde que fue testigo de una 'pelea de perros' sobre su cabeza que involucró a uno de los aviones antiguos cuando era un niño que vivía en el Londres de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.

Por esta razón, Harrison quería ayudarle a cumplir su sueño y celebrar su 80 cumpleaños. Para ello el niño escribió cartas a aeródromos y propietarios privados de Spitfire en todo el Reino Unido pidiendo ayuda. “Me rompe el corazón verlo tan triste. Quiero que vuelva a sonreír”, se leía en la carta de Harrison. Los jefes del aeródromo de Goodwood en West Sussex estaban tan conmovidos que se ofrecieron a llevarlos a los dos en el avión clásico.

Al pequeño Harrison nada se le resiste y como dice su abuelo: “pone la mente en algo y lo sigue hasta el final”. “Fue absolutamente fantástico, fue la experiencia más asombrosa que he tenido. Haber podido tomar el control del Spitfire”, dijo Hanson, cuyo padre estuvo en la Royal Air Force durante la guerra. "El piloto hizo giros de barril y algunas inmersiones, fue muy divertido, un día brillante, todo gracias a Harri".

Harrison consiguió su sueño y su abuelo nunca olvidará este momento que le regaló su nieto de tan solo 12 años a base de trabajo y valentía.

Harrison Gurney, un joven de 12 años, ayuda a su abuelo a cumplir su sueño de volar