Dicen que el deporte es esencial para tener una vida sana, pero si añades que las competiciones que se organizan en torno a él es por un motivo benéfico, pues todavía mejor. Esto precisamente es lo que hace Bryan Avery, de 54 años, y su perro, el labrador Poppy.
El animal se aficionó al agua desde que era un cachorro, hace tres años, cuando se lanzó a un lago para imitar lo que estaba haciendo otro perro también metido en el agua. A partir de entonces, su dueño Bryan decidió que ambos debían apuntarse a eventos de natación en los cuales han recaudado cientos de dólares para organizaciones benéficas.
Esta extraña pareja va a participar en su tercera competición de natación benéfica en el Festival de Natación de Henley, para recaudar fondos para SwimTayka, la fundación que brinda lecciones gratuitas de natación y educación ambiental sobre cómo gestionar el agua limpia a niños favorecidos que viven a lo largo de las aguas abiertas de la Tierra, ríos, lagos u océanos.
Además, la participación de ambos en este Festival tendrá un sentido especial, puesto que la fundación SwimTayka está creada por Bryan Avery y su perro Poppy es la mascota.